¿Berrinches? ¿Peleas entre hermanos? ¿Al entrar a alguna tienda, todo quiere?
Si busca que su hijo se caracterice por ser un niño independiente, autónomo, seguro y reflexivo, el establecimiento de límites es primordial. Ya que la importancia de poner límites a los niños, no solo esta ligado a una convivencia más armónica, sino también porque los niños son los primeros interesados y beneficiados de que se les marquen parámetros; que, además de infundirles seguridad, les van a permitir adaptarse mejor a las normas y límites sociales en su vida social y adulta.
Uno de los errores que pueden cometer algunos padres es el de establecer “límites flexibles”. Entonces ¿Cómo educar a niños responsables e independientes? La respuesta sin duda es: <span>con límites claros.</span>
Los limites flexible y/o ambiguos es “Cuando NO significa: SI, A VECES, o QUIZÁ”. Es decir, le estamos diciendo ‘No’ al niño, pero al no hacerlo con firmeza, el resultado es que el niño percibe el mensaje del lenguaje no verbal y lo traduce como tolerancia ante su conducta por lo tanto es de esperase que; siga portándose mal, sin obedecer, discutiendo, etc. Ya que lo que el recibe es un doble mensaje. “Un NO pero bueno ándale con tal de que ya no llores”
Un ejemplo cotidiano de un límite blando, es cuando los padres tienen que repetir una y otra vez las cosas al niño y hasta que no le dan un grito, éste hace caso omiso a las advertencias con matices de tonos de voz altos.
Establecer límites firmes no significa emplear castigos u otros métodos punitivos sino, al contrario, actuar con serenidad pero con firmeza y de manera consistente.
Estos son algunos consejos para establecer límites firmes:
1- El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta:
Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la autoestima del niño. Por ejemplo, si el niño nos interrumpe cuando estamos hablando con otra persona habría que decirle “Espera a que termine de hablar” o “No es correcto queme interrumpas cuando hablo con otra persona”, en vez de “No seas pesado” o “Compórtate como un niño mayor”.
2- Ser lo más concretos posible, ser directos:
A la hora de establecer el horario de llegada a casa de un adolescente habría que concretar, por ejemplo: ‘Vuelve a casa antes de las 10’. No sería adecuado el mensaje ‘Vuelve pronto’ o ‘No llegues tarde’. En el caso de un niño pequeño; “Hay que terminar la tarea rápido” es mejor decirle: “tenemos 40 minutos para terminar”
3- Hablar con calma. No hace falta gritar:
Dar las órdenes o instrucciones en un tono de voz normal puede trasmitir más firmeza que dar un grito, que sólo significa que se empieza a perder el control en uno mismo. Además cuando un niño se acostumbra a que le griten, se bloquea y es casi automático que deja de escuchar. Es importante mantener el contacto visual. Ponerse a la altura de los ojos y dar la orden concisa y precisa.
4- Fijar la consecuencia que traerá consigo el incumplimiento de la norma o límite:
Educar bajo consecuencias lógicas, resulta mucho mas funcional. Ya que el niño se educa bajo el concepto de responsabilidad. “si no haces la tarea temprano, no hay sesión de wii” las consecuencias lógicas, no son negociables. Y aun más importante es de actuar bajo consecuencia. Es recordar que cada padre o tutor es el primer responsable del compromiso de cumplir. Si usted no tiene disciplina al educar, no es posible que su hijo sea disciplinado. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. La consistencia es el punto más importante del establecimiento de límites: cuando el niño sabe que siempre sus padres actúan como han acordado, tendrá en cuenta la norma y la respetará.
5- Explique al niño la razón por la cual su comportamiento es incorrecto, de esa forma se abre el canal de diálogo. De esta forma se trabaja la autoconciencia y autorregulación.
6- Recuerde no avergonzar al niño. Si es posible, reprenda al niño de forma confidencial en privado. Ya que no contribuye al desarrollo sano de su autoestima, corregirlo de forma brusca y pública.
7- Por último, tome en cuenta que, los límites claros cumplen la misma función que una brújula. Hoy se forja el futuro de su hijo. Reflexione si entonces, vale la pena o no, la calidad de vida que garantiza una buena educación.
Si busca que su hijo se caracterice por ser un niño independiente, autónomo, seguro y reflexivo, el establecimiento de límites es primordial. Ya que la importancia de poner límites a los niños, no solo esta ligado a una convivencia más armónica, sino también porque los niños son los primeros interesados y beneficiados de que se les marquen parámetros; que, además de infundirles seguridad, les van a permitir adaptarse mejor a las normas y límites sociales en su vida social y adulta.
Uno de los errores que pueden cometer algunos padres es el de establecer “límites flexibles”. Entonces ¿Cómo educar a niños responsables e independientes? La respuesta sin duda es: <span>con límites claros.</span>
Los limites flexible y/o ambiguos es “Cuando NO significa: SI, A VECES, o QUIZÁ”. Es decir, le estamos diciendo ‘No’ al niño, pero al no hacerlo con firmeza, el resultado es que el niño percibe el mensaje del lenguaje no verbal y lo traduce como tolerancia ante su conducta por lo tanto es de esperase que; siga portándose mal, sin obedecer, discutiendo, etc. Ya que lo que el recibe es un doble mensaje. “Un NO pero bueno ándale con tal de que ya no llores”
Un ejemplo cotidiano de un límite blando, es cuando los padres tienen que repetir una y otra vez las cosas al niño y hasta que no le dan un grito, éste hace caso omiso a las advertencias con matices de tonos de voz altos.
Establecer límites firmes no significa emplear castigos u otros métodos punitivos sino, al contrario, actuar con serenidad pero con firmeza y de manera consistente.
Estos son algunos consejos para establecer límites firmes:
1- El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta:
Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la autoestima del niño. Por ejemplo, si el niño nos interrumpe cuando estamos hablando con otra persona habría que decirle “Espera a que termine de hablar” o “No es correcto queme interrumpas cuando hablo con otra persona”, en vez de “No seas pesado” o “Compórtate como un niño mayor”.
2- Ser lo más concretos posible, ser directos:
A la hora de establecer el horario de llegada a casa de un adolescente habría que concretar, por ejemplo: ‘Vuelve a casa antes de las 10’. No sería adecuado el mensaje ‘Vuelve pronto’ o ‘No llegues tarde’. En el caso de un niño pequeño; “Hay que terminar la tarea rápido” es mejor decirle: “tenemos 40 minutos para terminar”
3- Hablar con calma. No hace falta gritar:
Dar las órdenes o instrucciones en un tono de voz normal puede trasmitir más firmeza que dar un grito, que sólo significa que se empieza a perder el control en uno mismo. Además cuando un niño se acostumbra a que le griten, se bloquea y es casi automático que deja de escuchar. Es importante mantener el contacto visual. Ponerse a la altura de los ojos y dar la orden concisa y precisa.
4- Fijar la consecuencia que traerá consigo el incumplimiento de la norma o límite:
Educar bajo consecuencias lógicas, resulta mucho mas funcional. Ya que el niño se educa bajo el concepto de responsabilidad. “si no haces la tarea temprano, no hay sesión de wii” las consecuencias lógicas, no son negociables. Y aun más importante es de actuar bajo consecuencia. Es recordar que cada padre o tutor es el primer responsable del compromiso de cumplir. Si usted no tiene disciplina al educar, no es posible que su hijo sea disciplinado. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. La consistencia es el punto más importante del establecimiento de límites: cuando el niño sabe que siempre sus padres actúan como han acordado, tendrá en cuenta la norma y la respetará.
5- Explique al niño la razón por la cual su comportamiento es incorrecto, de esa forma se abre el canal de diálogo. De esta forma se trabaja la autoconciencia y autorregulación.
6- Recuerde no avergonzar al niño. Si es posible, reprenda al niño de forma confidencial en privado. Ya que no contribuye al desarrollo sano de su autoestima, corregirlo de forma brusca y pública.
7- Por último, tome en cuenta que, los límites claros cumplen la misma función que una brújula. Hoy se forja el futuro de su hijo. Reflexione si entonces, vale la pena o no, la calidad de vida que garantiza una buena educación.
LA VERDAD QUE ES DIFICIL SER PADRE O MADRE HAY MUCHAS RECOMEDACIONES PERO A VECES NO ES FACIL HACERLO, PIENSO QUE EL TIEMPO TE DA LA EXPERIENCIA DE EDUCAR LO MEJOR POSIBLE AUNQUE AVECES NO SEA LA CORRECTA.
ResponderEliminarCREO QUE SI LE HEMOS INVERTIDO TANTO TIEMPO ( AÑOS) A LA ESCUELA PARA ESTUDIAR MUCHAS COSAS QUE AVECES NO NOS INTERESAN PERO QUE SON PARTE DE UN SISTEMA...SERIA ILOGICO NO BUSCAR LA MENERA DE TAMBIEN HACERLO PARA SER MEJORES PADRES..DESDE LOS PSICOPROFILACTICOS, HASTA TALLERES PARA PADRES ENCONTRAMOS HOY EN DIA PARA PODER INTENTAR TENER MENOS ERRORES EN ESTE GRAN PAPEL QUE LLEVAMOS CON EL TITULO DE PADRES DURANTE EL RESTO DE NUESTRA VIDA LO UNICO QUE FALTA ES QUERER DAR LO MEJOR DE UNO Y DE LA MENERA MAS INTELIGENTE Y AMOROSA...
ResponderEliminarGRACIAS POR PROCUPARSE POR QUE SEAMOS UNA MEJOR SOCIEDAD...