La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, teniendo como sustento las sensaciones y experiencias que hemos incorporado y vivenciado a lo largo de nuestra existencia.
Esta autovaloración es sumamente importante, ya que las personas que se sienten conformes con su propia realidad son las que habitualmente se plantean constantemente nuevos proyectos y retos, mientras que aquellos que se quedan encerrados en sus inseguridades y miedos difícilmente puedan salir a enfrentar la vida con la voluntad renovada.
La realidad es que la autoestima, aunque evidentemente tiene una raíz ligada a las características propias de la persona, se forma muchas veces a lo largo de los años por las valoraciones y críticas que vamos recibiendo del entorno.
Padres que no reconocen los talentos de sus hijos, maestros que castigan a los alumnos porque no demuestran capacidad en un área o grupos de amigos que dejan de lado a algunos de sus integrantes son verdaderas “fábricas” de personas que, en un futuro cercano, podrán registrar una muy baja autoestima, disminuyendo sus potencialidades como individuos creativos y capaces.
¿Cómo mejorar la autoestima?
Un buen principio es; definir el problema, esto nos llevará a mejorarlo. Para eso, es necesario seguir algunas pautas que nos ayudarán a comprender que nada es tan estricto en la vida y que no somos los mejores cuando hacemos algo correctamente ni los peores al fallar. Una pequeña “guía” para aumentar la autoestima incluiría estos puntos:
•Convertir lo negativo en positivo: nunca hay que perder las ganas de pensar en positivo. En vez de creer que no es posible hacer nada, siempre es mejor pensar que con voluntad y esfuerzo las cosas pueden lograrse.
•Nunca generalizar: a lo largo de nuestra vida, tendremos muchas experiencias negativas. Pero eso no significa que las mismas se repetirán hasta el infinito siempre en los mismos campos. Es decir, si alguien no se siente a gusto en una carrera universitaria determinada y abandona, esto no significa que la educación superior esté vetada para esa persona.
•Ser consciente de los éxitos, disfrutarlos y potenciarlos: debemos reconocer en nosotros mismos las capacidades que hemos tenido en algún campo de la vida para poder obtener un éxito, disfrutar esas victorias y apuntar hacia esos puntos positivos para incrementarlos aún más en el futuro.
•No compararnos con los demás: sencillamente, porque es inútil y no nos lleva a nada. Cada persona hace su propio camino y afronta sus propias dificultades. Todos somos diferentes y tenemos cualidades positivas y negativas en distintos ámbitos.
Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico,
puedo ser verdadero.
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