Recuerda que somos dueños de nuestras emociones, por lo tanto estamos en la libertad de tomar los acontecimientos de la vida a la ligera, con moderación o bien de manera catastrófica, de cualquier modo nosotros elegimos.
Dejar de atribuir a los acontecimientos externos la responsabilidad de lo que nos ocurre. Los eventos influyen, es cierto, pero no en su totalidad, la diferencia está en COMO AFRONTEMOS la situación.
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